miércoles, 10 de agosto de 2011

CON O SIN…HABLAMOS DE ESTILO

Tener un estilo propio parece ser algo fundamental para ser conocido o reconocido. Crear nuestro propio sello de identidad, algo que nos distinga de los demás es una de las claves de éxito en nuestro trabajo.

El estilo puede ser nuestra carta de presentación o aún más: nuestro ADN profesional. Es cierto que los grandes genios que han pasado a la Historia lo han hecho gracias a que sus creaciones son reconocibles entre los demás. Si pensamos en Pablo Picasso, Joaquín Sabina o Federico Jiménez Losantos (siento el último ejemplo) tenemos una imagen mental perfecta de lo que son. Ellos son su propia marca y en cada uno de sus cuadros, canciones o comentarios llevan impregnados esa seña de identidad.

Pero cuando uno crea su marca también corre el riesgo de coartar su libertad e incluso quedar preso de ese sello. Puede que sea el estilo (y de ahí su popularidad) el principio de la comercialidad y que algo fácilmente reconocible o copiable es algo fácilmente vendible.

¿Será un estilo no tenerlo? Este es mi ADN.

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